Título: Constelación interior

En Constelación interior, ORENDAIN propone un retrato que trasciende lo humano para situarse en un plano cósmico y espiritual. El rostro, dividido en dos mitades cromáticas —una dorada y otra verde—, refleja la tensión entre lo material y lo trascendente, lo individual y lo universal. La línea central que separa ambas partes funciona como un eje de transformación, recordando que la identidad es siempre múltiple y en movimiento.

El fondo, habitado por esferas que evocan planetas, astros y partículas en suspensión, convierte al retrato en un microcosmos: una constelación personal que refleja la complejidad interior de cada ser. El uso del dorado resalta el carácter sagrado y luminoso de la composición, mientras que las pinceladas sintéticas y los colores vibrantes conectan con el lenguaje visual característico del artista: un equilibrio entre lo geométrico, lo espiritual y lo simbólico.

Con esta pieza, ORENDAIN reafirma su exploración de la geometría espiritual, invitando al espectador a contemplar no solo un rostro, sino el universo que late en su interior.