Título: Trama Dorada

En Trama Dorada, ORENDAIN articula una obra que funciona como arquitectura visual de lo invisible. La composición, sostenida por una base amarillo claro que irradia serenidad, se ve interrumpida por una compleja red de capas cromáticas que oscilan entre lo terroso, lo metálico y lo estructural. Sobre esta red, bloques de negro absoluto y destellos de hoja de oro irrumpen con contundencia, marcando nodos de tensión y concentración energética.

La pintura sugiere una cartografía abstracta, como si se tratara de una ciudad suspendida o un tejido simbólico donde cada fragmento contiene memoria, vibración y ritmo. El trazo veloz y entrecortado evoca ruinas modernas, códigos cifrados o planos arquitectónicos erosionados por el tiempo. Existe una tensión constante entre lo racional y lo caótico, entre el cálculo geométrico y la libertad matérica.

La hoja de oro aparece aquí no solo como símbolo de sacralidad, sino como una textura que irrumpe en la lógica pictórica: interrumpe y al mismo tiempo ordena. Es una luz atrapada, una coordenada espiritual dentro de una estructura fragmentada.

Trama Dorada puede leerse como un diagrama del espíritu, una red de conexiones entre lo material y lo trascendente, donde la pintura deja de ser superficie para convertirse en mapa, en estructura, en búsqueda.