En el universo del color, cada tono cuenta una historia. PANTONE 17-1230 Mocha Mousse, un marrón medio con matices cálidos, pretende evocar confort, estabilidad y una elegancia discreta. Pero ¿es realmente un aliado del diseño contemporáneo o simplemente una repetición segura de lo ya conocido?
El dilema del confort cromático
Mocha Mousse se sitúa en esa zona de confort que muchos diseñadores conocen bien: los neutros cálidos que no incomodan, no arriesgan y, por ende, no transforman. Su suavidad puede ser vista como virtud en espacios que buscan calma, pero también como una falta de carácter en ambientes que necesitan energía, contraste o narrativa.
Este tono parece mirar hacia el pasado, recordando los interiores de los años 90 y principios de los 2000, donde los marrones dominaban paredes, tapicerías y maderas. En ese sentido, Mocha Mousse puede sentirse más como una evocación nostálgica que como una propuesta audaz
Aplicaciones en decoración: ¿Dónde sí y dónde no?
En dónde funciona:
- Espacios de transición como pasillos o recibidores, donde se busca neutralidad sin frialdad.
- Combinado con materiales naturales como lino, ratán o madera clara, puede aportar una sensación orgánica y acogedora.
- En paletas terrosas junto a tonos como terracota, oliva o arena, puede integrarse en ambientes cálidos y sofisticados.
En dónde falla:
- En espacios que requieren dinamismo, como estudios creativos o zonas de juego, donde su tono apagado puede restar vitalidad.
- Como color dominante en habitaciones pequeñas, donde puede oscurecer y reducir visualmente el espacio.
En propuestas modernas o minimalistas, donde su carácter tradicional puede chocar con líneas limpias y paletas más frías o contrastantes.
¿Cómo resignificarlo?
La clave está en el contraste. Mocha Mousse puede adquirir nueva vida si se enfrenta a colores inesperados: un azul petróleo, un verde ácido o incluso un rosa empolvado pueden darle profundidad y contemporaneidad. También puede funcionar como base para narrativas decorativas que exploren lo retro desde una mirada crítica y renovada.
Reflexión:Mocha Mousse no es un error, pero tampoco una revelación. Es un recordatorio de que el confort puede ser estético, pero también puede ser una trampa creativa. En decoración, como en la vida, a veces es necesario incomodar para evolucionar
